Esta carta esta dedicada a todas las madres del mundo, mas en especial a todas esas madres y cuidadoras de niños, jóvenes y adultos que tienen alguna condición especial o discapacidad.
Desde mi experiencia, les celebro todos los días, las veo y muchas veces me reflejo en ustedes. Este domingo próximo que es día donde por tradición nos celebran, mis felicitaciones hacia ustedes son infinitas.
Soy mamá de Gael, quien hoy tiene 12 años de edad y nació con la condición de síndrome Down. Doce años caminando en terreno incierto y donde he tenido que aprender hasta lo imposible para poder ayudar, entender y desarrollar a Gael. Muchas veces desde la felicidad y la esperanza, y otras tantas desde el dolor y la oscuridad mas profunda de mi ser; mas siempre con la fe de que todo con él se logrará.
Las veo, y siempre que las logro identificar, rezo, pidiendo ante todo salud y sabiduría para que podamos seguir con nuestra misión de crianza y cuido siempre en dignidad y amor. Aunque el cansancio nos agobie y en ocasiones la tristeza aparezca.
Soy de las que pienso que no somos madres especiales porque tengamos un hijo con alguna necesidad especial o discapacidad; simplemente lo somos porque somos mamás como todas las otras que viven sin ser etiquetadas como muchas veces nos etiquetan a nosotras. Somos madres y ahí es donde erradica nuestra luz y distinción.
Cuidar a un niño con necesidades especiales o con alguna discapacidad puede ser un desafío único que requiere mucha dedicación, paciencia y amor. Por eso, es importante que nosotras las madres tengamos acceso a recursos útiles y consejos prácticos para ayudarles en su día a día; y tener este acceso en ocasiones para muchas de nosotras es complicado. Lo que hace que el proceso de crianza sea uno mas arduo y complicado. Aun así, nunca nos rendimos y seguimos caminando juntos.
Trabajamos incansablemente para que nuestros hijos reciban por parte de la sociedad un trato igualitario; en inclusión, en respeto, dignidad y amor. Todo esto luchado y logrado con mucho esfuerzo y a veces, sacrificio por parte de nosotras. Dejamos de ser, para ser por todos ellos. Y no hay satisfacción y orgullo mas grande en esto; también al saber que nada en este caminar será en vano.
Ser madre es una de las tareas más gratificantes de la vida, pero también puede ser una de las más desafiantes. Con nuestros hijos, enfrentamos desafíos adicionales. Sin embargo, les recuerdo que la experiencia de ser madre de nuestros hijos es única y enriquecedora.
A las madres de niños con SD, es importante que sepan que nuestros hijos pueden llevar una vida plena y significativa, al igual que cualquier otro niño. Aunque es cierto que pueden haber algunas limitaciones, como problemas de aprendizaje y desarrollo, que es lo que en este momento estoy viviendo con Gael, tu hijo puede alcanzar sus metas y lograr cosas increíbles con el apoyo adecuado y el amor de su familia.
Como madre de nuestros hijos, es natural que nos sintamos abrumadas y ansiosas. Pero recuerda que no están sola, entre nosotras podemos apoyarnos y ayudarnos compartiendo nuestras respectivas experiencias y así crear una comunidad para afrontar mejor este viaje que nos ha tocado pilotear.
Algo que olvide, y es sumamente importante, y que hace unas semanas puse como prioridad, es importante tomar tiempo para cuidarnos. Ser madre puede ser agotador, pero ser madre de un niño con necesidades especiales puede ser aún más exigente. Asegúrate de dedicarte tiempo, ya sea para hacer ejercicio, para leer un libro o simplemente para relajarte. Cuidarte a ti misma te ayudará a ser una mejor madre y a estar mejor preparada para enfrentar cualquier desafío que pueda surgir.
Finalmente, recuerda que el amor que sientes por tu hijo es lo más importante. Tu hijo te necesita y te ama incondicionalmente, así como tú lo amas. Celebra las pequeñas victorias y los logros de tu hijo, y continúa apoyándoles en su camino para alcanzar sus metas.
Ser madre de nuestros hijos puede ser una experiencia desafiante, pero también puede ser una de las más gratificantes. Tu hijo te necesita, te ama y te agradece todo lo que haces. Así que el domingo celebra ese día de las madres con alegría y gratitud, sabiendo que eres una madre excepcional.